Panamá impulsa control marítimo contra pesca INDNR

Panamá impulsa control marítimo contra pesca INDNR

• La falta de transparencia impide sancionar a quienes realmente se benefician de estas actividades, mientras la responsabilidad recae en operadores o tripulaciones, dice Global Fishing Watch.

En una medida para reforzar la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), Panamá anunció que tomará medidas contra los propietarios invisibles de buques pesqueros.

La nueva medida exigirá a todos los buques pesqueros que operen bajo su pabellón que identifiquen a sus propietarios finales (UBOs), es decir, los beneficiarios finales que realmente están detrás de las operaciones pesqueras.

La iniciativa, anunciada a finales de abril, facilitará el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales mediante registros de propiedad más claros y accesibles, respaldados por sistemas digitales de recolección de datos, indicó la ONG Global Fishing Watch. Esto permitirá rastrear con mayor precisión a quienes controlan las embarcaciones sin figurar formalmente.

Euclides Tapia, profesor titular de Relaciones Internacionales en la Universidad de Panamá, señaló que “la disposición fortalece el cumplimiento normativo, e incidirá en el número de embarcaciones que operan bajo bandera panameña, especialmente las provenientes de países señalados por reiteradas infracciones al derecho internacional”.

La falta de transparencia impide sancionar a quienes realmente se benefician de estas actividades, mientras la responsabilidad recae en operadores o tripulaciones, dice Global Fishing Watch.

“Esta situación debilita la gobernanza marítima y afecta tanto a los ecosistemas como a quienes sí cumplen con las regulaciones”, agregó.

“El compromiso panameño promueve la rendición de cuentas en la gestión oceánica”, aseguró a la prensa Tony Long, director de Global Fishing Watch. “Panamá está dando pasos clave hacia la transparencia en la propiedad efectiva final”.

Buques nodriza de pesca bajo bandera panameña

Una investigación de la plataforma de periodismo ambiental Mongabay reveló que muchas de las embarcaciones sancionadas bajo bandera panameña no son pesqueros convencionales, sino buques nodriza o reefers, operados por compañías chinas.

Estos barcos reciben capturas en alta mar mediante transbordos, una práctica que dificulta el rastreo de la pesca y facilita el movimiento de productos obtenidos de forma irregular.

Cuando los transbordos no se reportan, se rompe la cadena de custodia. Autoridades panameñas documentan numerosas omisiones de este tipo y Mongabay identificó múltiples sanciones por estas prácticas, incluyendo la pesca ilegal como el “aleteo” de tiburones, prohibido en la legislación panameña.

Esta evidencia sugiere un patrón en el que la bandera panameña se ha asociado con operaciones en las que participan buques extranjeros dedicados a estas actividades.

Cooperación internacional en pesca ilegal

La cooperación con los países amigos y los Estados Unidos ha sido fundamental para reforzar la defensa y seguridad de las aguas panameñas, en particular mediante los ejercicios PANAMAX. Estas maniobras han ampliado su alcance para abordar una variedad de amenazas marítimas, como la pesca INDNR, una preocupación en crecimiento a nivel global.

“Estos ejercicios contribuyen a fortalecer la capacidad de vigilancia marítima nacional, incluyendo la pesca ilegal”, afirmó Tapia.

En 2022, el Grupo de Trabajo Interistitucional de los EE. UU. sobre la Pesca INDNR identificó a Panamá como un de los cinco países prioritarios en los que podría colaborar eficazmente para combatir la pesca ilegal y ayudar a crear capacidad para establecer normas pesqueras más estrictas y garantizar su cumplimiento.

La estrategia quinquenal se centra en mejorar la el monitoreo de embarcaciones dentro y fuera del mar territorial, según informó el diario panameño La Prensa.

Los EE. UU. también respaldan al Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental (CMAR), que busca proteger más de 500 000 km² de ecosistemas marinos entre islas protegidas como Cocos (Costa Rica), Coiba (Panamá), Galápagos (Ecuador), Gorgona y Malpelo (Colombia).

Su objetivo es conservar el 30 por ciento del océano global para 2030, resguardar rutas migratorias, combatir la pesca ilegal y reducir el impacto del cambio climático.

Jorge Serrano, experto en seguridad y miembro del equipo de asesores de la Comisión de Inteligencia del Congreso de Perú, dijo a Diálogo que el ejercicio PANAMAX Alfa 2025 será clave para consolidar esta cooperación.

“Uno de los ejes centrales será el fortalecimiento del Servicio Nacional Aeronaval de Panamá (SENAN), que combina capacidades aéreas y marítimas para una vigilancia más efectiva”.

Además, destacó que este ejercicio conjunto favorecerá una articulación internacional más sólida y contribuirá a dotar al SENAN de herramientas operativas más robustas, para enfrentar con eficacia amenazas persistentes como el narcotráfico, el contrabando y la pesca INDNR.

Precedente regional sobre pesca ilegal

La decisión de Panamá puede influir en otros países de la región. Al exigir la identificación del beneficiario final, se abre la posibilidad de que más gobiernos adopten medidas similares.

Esto fortalecería los marcos legales y operativos, mejoraría la trazabilidad y permitiría una protección más efectiva de los recursos marinos, opina Global Fishing Watch.

Tapia consideró que esta política puede construir un precedente. “La nueva iniciativa panameña de combatir la pesca ilegal debería ser vista como un ejemplo de buena gobernanza oceánica en Latinoamérica.

Sería un paso tan importante que más naciones adoptarían medidas similares para ejercer mayor control sobre sus aguas y frenar prácticas que atentan contra su soberanía marítima”, concluyó.

Fuente: Diálogo Américas

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